Dedicas tu tiempo y esfuerzo a gestionar un consultorio en el que tú eres la estrella y lo que se vende es tu marca…
Sin embargo, al final de cada mes no logras facturar lo suficiente para pagar todas tus facturas y la nómina.
Con frecuencia piensas que sería mejor estar empleado y dedicarte hacer tu trabajo técnico porque esto de la gerencia no es lo tuyo.
Luego recuerdas que cuando trabajabas para un hospital público o privado tampoco te sentías feliz, pues el pago no justificaba tanto riesgo y esfuerzo.
En los últimos meses has pensado: ¿De qué sirve independizarme y tantos años de estudio?, si los ingresos que consigo no me alcanzan para vivir como yo quisiera.
Si una de estas dudas te resultan familiares, déjame contarte algo…